Tú
existes durante las largas tardes del equinoccio vernal,
eres
el recuerdo que cuelga del verso de Julio Santizo
o
bien la imagen traslucida o casi transparente
que
va deambulando entre las calles retratadas
en
los cuentos de Augusto Quiroa...
Inverosímil,
metáfora de la vida
que
un día decidió escaparse de la mente de este orate
para
deambular sin rumbo por esta ciudad
y
reflejarse en cada uno de sus rincones;
en
la lluvia, en las luces lerdas de los semáforos
y
en las palabras incoherentes de los predicadores del parque.
Tal
vez puedas estar también en las sonrisas
de
los enamorados de la cuarta avenida
o
en las conversaciones del café de medio día;
podrá
entonces volver a mí tu nombre y tu voz
e
inundará los recónditos lugares de mi mente
para
permanecer ahí toda una tarde...
Ya
no importa la delicadeza de las sombras para caminar,
el
tiempo no en vano ha dejado reposar su brazo sobre nosotros.
Cuánto
ha quedado de aquellos dos, yo me pregunto
y
tú contestar no puedes...
ahora,
no queda más que este discurso
y
la tarde, cuando empieza a llover.
(Zeta)
Publicado en el poemario «Frente al Silencio»
Antología de poetas nóveles
por el departamento de Letras de la
Facultas de Humanidades
de la Universidad San Carlos de Guatemala.
octubre de 2013